La desaparición del imperio Sasánida y el fuerte retroceso del imperio Bizantino, así como la conquista de puntos clave en el Mediterráneo -Sicilia, Chipre, etc.- posibilitaron que el mundo islámico se hiciera dueño y señor del tráfico mercantil, tanto en el Mediterráneo como en el oceáno Índico. Este hecho, que no fue excesivamente aprovechado por los omeyas, lo explotó al máximo la dinastía abbasí.
Con independencia de los avatares políticos que padeció el Islam, siempre mantuvo la homogeneidad de sus actividades mercantiles, centradas en el complejo cruce de caminos del Próximo Oriente, en el dominio de las rutas marítimas del Índico y del Mediterráneo y de las terrestres en los grandes desiertos y zonas próximas. Durante tres siglos el dominio económico del mundo musulmán fue aplastante.
El magnífico historiador Henry Pirenne, en su obra «Mahomet et Carlomagno» sostenía que el Islam al haber escindido el Mediterráneo en dos partes habia sido el causante de la ruina del comercio entre el este y el oeste. Esta tesis, a mi modo de ver, no puede ser sostenida -como también discrepa Jean Lombard-. El comercio europeo este-oeste practicamente nunca existió, podemos remontarnos a la época de dominación romana y observaremos como el comercio era, primordialmente mediterráneo y con los reinos del Próximo Oriente. En sentido parecido se manifiesta Robert Henri Bautier al afirmar que el comercio a larga distancia estaba muerto en Europa; que toda la riqueza es inmueble y que los grandes dominios se han convertido en centros de autoconsumo.
En el comercio, como en tantas otras cosas tras el retroceso de Bizancio, el mundo musulmán fue el gran protagonista de la Edad Media en el Mediterráneo y el Próximo Oriente.
LAS RUTAS COMERCIALES
Rutas del comercio árabe medieval
En el comercio islámico se pueden establecer dos rutas bien definidas: las del oceáno Índico y las del Mediterráneo. Existían rutas marítimas, terrestres y fluviales que entretejían un circuito comercial que cubría practicamente todo el mundo conocido. Todas estas rutas confluian en Irak, especialmente en Bagdad, que a partir de finales del s. VIII es la heredera directa de Babilonia y Ctesifón. Con el paso del tiempo, y debido a los cambios políticos que se dan en el mundo islámico, se observa un desplazamiento de la centralidad comercial que ostentaba la capital abbasí.
Dentro de este contexto se produce, sobre todo en los siglos IX y X, un desplazamiento hacia la parte más occidental: mar Rojo y Egipto, siendo la gran beneficiada de este cambio de prioridad comercial, Alejandría. Este desplazamiento puede relacionarse directamente con la instauración del califato fatimí. Los fatimíes, que ya mantenian contactos comerciales con el occidente cristiano, convirtieron Alejandría en un puerto comercial de primera magnitud.
Los fatimíes crearon una serie de aydhab (puertos) en el mar Rojo y en el oceáno Índico, en gran medida creados para acabar con el poder de los abbasíes. Hasta el s. XVI, la ruta del mar Rojo será la principal vía que comunicaba el Mediterráneo y el oceáno Índico. En los siglos XI y XII se producirá otro desplazamiento de las influencias comerciales, en esta caso hacia la alta Siria, que enlazaba directamente con Irán a través de Mosul y Tabriz.
En cualquier caso no todo el mundo musulmán comerciaba de la misma manera con las distintas zonas. Cada zona del mundo islámico tendía a establecer relaciones comerciales más intensas con unos u otros lugares; por ejemplo, Asia Central con Europa, el Yemén con el oceáno Índico, el cercano Oriente con Bizancio, el mundo andalusí-magrebí y Sicilia con el occidente mediterráneo, y el Magreb con el África negra. Esta mayor confluencia con una zona determinada no significa que posteriormente no existiera un constante intercambio comercial entre las distintas zonas islámicas; un ejemplo es la activa navegación entre Egipto y el Magreb o al-Andalus.
Rutas occidentales
Aún cuando las autoridades eclesiásticas prohibian, una y otra vez, el tráfico comercial con los musulmanes, sobre determinados productos considerados estratégicos -madera, hierro, pez-; y que incluso algunos reyes, por circunstancias políticas. también dictaban esta prohibición, por ejemplo, Venecia prohibio el comercio con Egipto y Siria en los tiempos de León V el Armenio (813-820) para no enemistarse con el emperador de Bizancio; el comercio entre Europa y el mundo islámico fue constante. Este comercio entre Europa y el Islam mantiene una contínua expansión entre el s. X y comienzos del XI.
Comercio y rutas comerciales en la Edad Media
También era activo el comercio con el imperio Bizantino, lo atestigua el tratado firmado con los hamdánidas en el s. X, que habla de la importancia de diversos productos; por otra parte es sabido que los mercaderes musulmanes llegan a Trebisonda, y que en Constantinopla, en el siglo XI, disponía de una mezquita para que allí pudieran practicar sus oraciones los comerciantes musulmanes.
Las rutas marítimas utilizadas para el comercio en el Mediterráneo eran diversas, de un lado tenemos la que unía el oceáno Índico y el golfo Pérsico con el Mediterráneo a través del mar Rojo, teniendo como punto de enlace al puerto de Alejandría. Desde Alejandría existian rutas hacia Constantinopla y Venecia. Otras rutas interiores mediterráneas enlazaban las costas andalusíes con el Magreb o a éste con Sicilia. Más cortas, rutas de cabotaje, eran las establecidas entre Túnez y Trípoli, y a ésta última con Barka.
Pero no solo se utilizaba la vía marítima para los intercambios comerciales con Europa o el África occidental. Una larga ruta, con distintos lugares de intercambio, hacia posible la conexión desde la parte más occidental de África con Bagdad, Damasco, La Meca o Medina, bien siguiendo la costa o desplazándose ligeramente al sureste evitando el desierto, y luego dirigirse al este hacia Darfur. Desde aquí se proseguía a Nubia y elnorte de Egipto o hacia los puertos del mar Rojo. Una vez aquí era sencillo cruzar a los puertos de Yidda o Yantu, a poca distancia de La Meca y Medina, para finalmente dirigirse a Bagdad, Damasco o Basra.
Otras importantes rutas son las inter-africanas, sobre todo las que permitian el traslado del oro sudanés a las zonas costeras, desde Tombuctú se enlaza con Siyilmasa, Fez, Ceuta o Trípoli. Estas rutas, a las que podemos denominar del oro, eran secretos muy bien guardados.
En ciertas zonas no se permitia a los extranjeros que cruzasen determinadas territorios, teniéndose que realizar las transaciones en los mercados fronterizos. También había transporte fluvial, la mercancia se dejaba en el río durante la noche para que el mercader extranjero pudiese cambiar los artículos. El secreto se mantenía tan sumamente resguardado que en muchas ocasiones los tratos y transferencias se realizaban sin que las partes llegasen a verse las caras.
Otra ruta terrestre unía la Península Arábiga con el mundo cristiano, había caravanas que subian desde la Alta Mesopotamia, por Asia Menor hacia Constantinopla, ya sea a través del Melitense (Malatya) ya fuera por Cilicia y el Taurus.
Caravana, miniatura s.XIII
Rutas Orientales
Con los abassíes el golfo Pérsico era la gran vía marítima hacia el este. Desde los principales puertos del golfo, Siraf, Ubullah (Basora) se llegaba hasta la India y China. En el siglo XI se produjo la masacre de la colonia comercial musulmana de Cantón, a partir de ese momento los contactos comerciales con el Lejano oriente se mantuvieron principalmente con Malasia y Ceilán. Algunos comerciantes remontaban el golfo de Bengala, mientras que otros se dirigían directamente hacia la península de Malaca, concretamente al importante puerto de Qala, al noroeste de Singapur.
Ruta de la seda y de las especies
Ya desde el período preislámico varias rutas terrestres unian el Próximo Oriente con Asia Central. Estas rutas se formaban en los límites de Asia Central uniendo a ésta con Bagdad, pasando por Nisapur, Rayy -cerca de la actual Teherán- y Hamadan. Otras, más allá de Bujara y Fergana, penetraban en China siguiendo la tradicional ruta de la seda.Un tercer itinerario unia Asia Central, a través de Jwarizm, con los países del Volga.
Amén de esta rutas que se pueden denominar internacionales, otras hacían subir las mercancias desde el golfo Pérsico hacia el norte de Mesopotamia, con caminos que unían los puertos del golfo Pérsico con Ispahán, Bagdad, Mosul, etc.; también podían remontar el Tigris para atravesar Asia Menor hasta llegar a Trebisonda a través de Mosul, o por el Éufrates hacia Siria.
Para esas rutas inter-regionales los abbasíes instituyeron un nuevo cargo administrativo, el sahib tariq, este funcionario tenía a su cargo una ruta debiendo mantener la seguridad en la misma y recaudar los tributos sobre el comercio interior.
Otra creacción para facilitar el tráfico terrestre fue la construcción de khans (caravanserrallos), edificios que servían para el descanso de personas y bestias. Estos caravanserrallos jalonaban las rutas comerciales con una distancia entre ellos de entre 12 y 24 kilómetros. Destacaron por su suntuosidad los fundados por los soberanos seljúcidas.
Caravanserrallos del sultán Han
PRINCIPALES PUERTOS Y CENTROS COMERCIALES
Centros comerciales
La preeminencia del mundo urbano dentro del Islam hace que todas las ciudades, de alguna manera, sean centros de comercio. Las pequeñas ciudades eran los centros a los que llegaban los productos de la campiña. En ellos se realizaban mercados periódicos -generalmente una vez por semana- en la puerta de la ciudad. En estos mercados se podían adquirir los productos de primera necesidad. También existían una especie de ciudades-posta a lo largo de las rutas caravaneras. Este tipo de ciudades son especialmente significativas en el Magreb, algunas se desarrrollan en la ruta transversal de Ifriqiya al Atlántico, otras, como Gabes, Tabaret, Siyilmasa, eran el punto de llegada de las caravanas procedentes del interior de África.
No obstante existían otras ciudades que eran los grandes centros comerciales del comercio internacional. Estas ciudades eran a su vez los principales consumidores de los productos traídos de otras tierras y centros de redistribución para el resto del territorio. En época preislámica el principal centro era La Meca -fueron los grandes comerciantes los que obligaron a Muhammad a abandonar la ciudad-. Posteriormente con los omeyas la constitución de Damasco como capital del imperio hizo de ésta el principal núcleo del comercio. Durante el imperio abbasí el mundo islámico conoció su máximo desarrollo económico, en parte este auge se debe a la fundación de Bagdad, cuya situación favoreció, por una parte la atracción de mercancias hacia Irak llevando al desarrollo de Basra, y por otra, el comercio de tránsito, pues Bagdad se convirtió en el centro de distribución de mercancias hacia el Oriente Medio.
En el s. XII, Bagdad se vio suplantada por El Cairo, trasladándose hacia occidente el eje principal del comercio islámico. Otra ciudad norteafricana adquirió especial importancia comercial, sobre todo con los fatimíes, hablamos de Qairuan que se convirtió en la terminal del comercio sahariano.
Ciudades portuarias
Con los abbasíes, como ya he mencionado anteriormente, se produjo un aumento considerable del comercio, en este contexto deben encuadrarse las mejoras que se realizaron en las antiguas ciudades portuarias bizantinas como Acre, Tiro o as-Suwaydiyya (puerto de Alejandría). Pero los principales puertos islámicos eran los establecidos en el golfo Pérsico: Basra y Obollah en Irak, y Siraf en Irán. Basra presentaba el incoveniente de obligar a los navíos a un largo viaje a través de los bajos fondos de la extremidad del golfo en los comienzos de la desembocadura del Éufrates. Siraf era un puerto mejor situado, pero era másutilizado para la comunicación con el Irán meridional que con Irak.
En el Mediterráneo dos grandes puertos destacaban como principales centros de entrada y salida de mercancias. Fuera del Islam, Constantinopla, en el mundo islámico, Alejandría. Una carta de Nahray ben Nissim (Cartas de la Geniza) destaca la importancia de Alejandría como puerto del Mediterráneo para los barcos y comerciantes de África del norte, Italia y al-Andalus. Pero no era Alejandría el único puerto importante en el norte de Áfirca, también tenían relevancia los puertos tunecinos de al-Mahdiyya y Sfaqs.
Complejo comercial de Alepo a fines de la Edad Media.
MEDIOS DE TRANSPORTE
Por tierra el transporte se hacia esencialmente a lomos de bestias, especialmente el camello. Esto no supone que no se utilizaran los carruajes, pero la sinuosidad de los caminos y las grandes extensiones desérticas hacían más recomendable el uso de animales de carga.
Caravana de mercaderes
En cuanto a los navíos utilizados para el transporte marítimo habia dos tipos muy diferentes entre si. De un lado estaban las naves que recorrían el océano Índico y los mares de China. Las planchas de estas naves no se clavaban entre si, todo lo contrario que las que navegaban por el Mediterráneo, se unían por medio de cuerdas y con los intersicios obturados con pez. Generalmente las maderas utilizadas para la construcción naval eran de teca o cocotero.
Representación de un barco en un manuscrito del s. XIII
Es curioso que fuera el océano Índico donde primero se utilizara la llamada «vela latina» -el nombre de vela latina proviene de una confusión verbal de la que se desconocen las causas- en lugar de la vela cuadrada mediterránea; este tipo de vela tiene la ventaja de permitir una mejor maniobrabilidad en medio de vientos fuertes.
Sambuk, utilizado habitualmente en el mar rojo
La escasez de madera en elmundo islámico provocó que, en ocasiones, se comprasen barcos completamente terminados, especialmente italianos.
PRODUCTOS DE INTERCAMBIO
Es notorio que los grandes beneficios del comercio internacional los proporcionaban los productos de lujo, lo que no quiere decir que fueran las únicas mercancias objeto de comercio. Una práctica mercantil común es el intercalar productos de consumo habitual, que llenaban los navíos y aseguraban los fletes con productos que ocupan poco espacio y de poco peso, pero que son de gran valor económico.
Importaciones
Del mundo occidental, Ibn Khurradahbah cita los esclavos, el coral y las pieles como las principales exportaciones de los países cristianos. Los esclavos, según todas las fuentes, ocupaban el primer puesto en cuanto a «productos» importados por el Islam, a partir del siglo XI la importación de esclavos se reduce merced a la posibilidad de occidente de exportar otro tipo de productos.
Venta de esclavos, pintura de Joan Léon Gérome (1884)
Otros productos que provenían de los reinos cristianos eran el hierro, tejidos fuertes, maderas, etc. De los países del norte se importaba miel, cera, pieles, etc.
De los países asiáticos se importaban, fundamentalmente, productos preciosos: piedras preciosas, especias -sobre todo pimienta-, maderas nobles, y también, principalmente desde China, productos manufacturados como porcelanas, telas de seda, papeles finos y diversos metales.
Exportaciones
Entre los productos que exportaban los países islámicos, destacaban algunas manufacturas -en las que los artesanos musulmanes eran consumados especialistas-, como los trabajos de los metales, tejidos finos, objetos de orfebrería y de arte, alimbre, especias y plantas medicinales.
Hacia China y la India se enviaban coral, marfil -previamente importados del oeste del océano Índico o África oriental-. y aceite, sal, perlas del golfo Pérsico, etc.
LOS MERCADERES (1)
Desde la Antigüedad algunos pueblos del Próximo Oriente mantienen una tradición comercial,baste recordar a esos excelentes comerciantes que fueron los fenicios. De igual forma los pueblos árabes también mantenían un activo comercio. El hecho de que Muhammad hubiera sido comerciante incidió en la buena reputación que tenían los mercaderes en el mundo islámico; muestra de ello es la frase que puede leerse en un escrito musulmán del s. IX: « el mercader verdadero y honesto está con los profetas y los mártires.»
En Siria y Egipto, cristianos y judíos conservaban los elementos esenciales del gran comercio, que ya practicaban activamente antes de la dominación musulmana. A partir del s. VIII a estos comerciantes internacionales se les unen los mercaderes musulmanes, estos tuvieron mucho protagonismo en el auge económico que disfrutó el Islam.
Había dos grupos de comerciantes, unos comerciaban por el Mediterráneo, mientras que otros lo hacían por el océano Índico; nunca actuaba el mismo comerciante en ambas zonas, por ejemplo, los mercaderes sirios siempre estuvieron más inclinados al tráfico con el Mediterráneo que con el Oriente asiático.
Ibn Jaldún distingue diversos tipos de comerciantes, nombra a rakkad (exportadores), jassam (almacenistas), tayr obazargan (grandes comerciantes) -con sus correspondientes mojahhiz (agentes), y tuyyar (pequeños comerciantes). En el s. IX, el geógrafo Ibn Jordabbeh habla de un grupo peculiar de mercaderes judíos, los rahdaníes (viandantes) especializados en el comercio de esclavos.
Miniatura representando a mercaderes, s. XI
Muchos comerciantes musulmanes se enriquecieron con sus actividades; las ganancias las solían invertir en la compra de propiedades, cambiando sustancialmente el sistema de propiedad y la explotación de la tierra. Pero también fueron mecenas y benefactores de la sociedad, un ejemplo de esto último queda reflejado en una inscripción de 1011 conservada en el museo de arte islámico de El Cairo: « Esta bendita mezquita fue construida por al-Husayn ibn Abdallah ibn Muhammad ibn Silsida, el comerciante en paños, llevado de su deseo de buscar la satisfación de Dios y del otro mundo.»
Estos mercaderes mantenían entre ellos un sistema de colaboración, fuera cual fuese su procedencia o credo religioso. Por un lado estaba la sirka, este sistema consistía en una especia de sociedad en la que participaban dos o más comerciantes en distinta proporción, los beneficios o pérdidas se repartían proporcionalmente a la aportación efectuada. Otro sistema era la mudaraba o qirab, conocido en Bizancio y muy similar a la commenda italiana, en él un capitalista adelantaba fondos a un mercader, éste era el encargado de hacerlos fructificar, conservando el primero el derecho a una parte de los beneficios.
TÉCNICAS COMERCIALES
Sistema de transaciones
Los mercaderes que llegaban a un puerto, ciudad fronteriza o gran ciudad, no eran libres para desembarcar sus mercancías a voluntad, ni sus clientes podían tratar directamente con ellos. El sistema empleado era el funduq. Consistía en que los mercaderes llevaban todas las mercancías a un almacén donde se cobraban las tasas aduaneras - se pagaba el 10% de derechos aduaneros, los no musulmanes el 20%, salvo excepciones-. A continuación estas mercancías eran vendidas, generalmente mediante subasta. En estas operaciones intervenía el simsar (corredor) cuyo sservicios eran casi indispensables, sobre todo para los mercaderes extranjeros.
Corral del carbón, funduq nazarí (Granada)
Estas operaciones de venta conllevaban el pago de unas tasas que oscilaban en función de la procedencia y creencia religiosa del mercader, así mientras que el no musulmán pagaba un 10%, el dimmi pagaría el 5% y el musulmán el 2,5%.
Próximos a los jans o qaysariya, lugares donde se realizaban estas operaciones, se hallaba el suq al-saga (mercado de cambios) donde los sayrafi (cambistas) realizaban sus operaciones monetarias.
La moneda
El mundo musulmán gozó de una moneda sana cuyo valor se mantuvo prácticamente estable hasta poco después de las Cruzadas. El sistema monetario islámico era bimetalista. Las piesaz principales eran el dinar de oro de 4,25 gramos y eldirhem de plata de 2,97 gramos. La relación oro-plata se situaba en 1:10 de forma general, aunque en ocasiones el cambio era más favorable al oro. Con la reforma de Abd al Malik a fines del s. VII, se admitió la circulación del fals, moneda de cobre, aunque ésta no se utilizó nunca en el gran comercio internacional.
Dinar de oro - Dirham de plata - Fals de cobre
No en todos los lugares la circulación de moneda, de uno u otro metal, era igual, mientras que en Irán, Irak, Asia Central y al-Andalus predominaba la moneda de plata; en Egipto, Siria, Arabia y el Magreb predominaba la de oro. No obstante, a partir del s. X, la moneda de plata prácticamente desapareció del gran comercio, tendencia que se invirtió a partir del s. XIII.
Fórmulas credicitias
El peligro que entrañaba toda travesía, ya fuera porvía marítima o por vía terrestre, unido a la existencia de gran variedad de monedas provocaron que se utilizaran unas formas de pago no dinerarias, con mucha antelación a la creacción de los bancos y de los medios de pago de occidente.
Podían utilizarse las sakk (2) (órdenes de pago) o las hawala o suftaya (letras de cambio), ésta segunda forma de pago era la más utilizada entre comerciantes que se conocian personalmente o por correspondencia.
Un tercer sistema, sólo conocido en Basra en el s. XI, era una especia de clearing: los mercaderes constituan depósitos en una especia de bancos y las liquidaciones entre ellos se realizaban por medio de transferencias de escrituras.
EL COMERCIO EN AL ANDALUS
Rutas comerciales de al Andalus
Como es sabido al Andalus era prioritariamente urbana -como el resto del mundo arabo-musulmán, por tanto el comercio tuvo una gran importancia dentro de la economía andalusí.
Al Andalus comerciaba con Europa -en gran medida era el puente entre productos venidos de Oriente y la Europa occidental-. De oriente solía importar objetos de lujo, libros, especias, por ejemplo almizcle del Tibet, maderas perfumadas (sándalo indio), y otros productos como ámbar gris del Yemén; y por supuesto esclavos, aunque los traídos de Oriente Medio solian ser esclavos «especiales» que destacaran por alguna cualidad cultural o artística. De Europa solía importar esclavos, maderas para la construcción naval, metales y armas. En cuanto a África, desde allí solía exportar esclavos y algo muy importante, el oro del Sudán.
En cuanto a exportación, uno de los productos más exportados era el aceite de oliva, sobre todo el norte africano, pero también se exportaban tejidos nobles dada la gran calidad que tenían los elaborados en al-Andalus, por ejemplo tejidos de seda. Estos tejidos se exportaron por todo el Mediterráneo, con una importante presencia de este comercio con los puertos italianos. A partir del s. X la industria naval adquirió un importante protagonismo por lo que desde distintas dársenas andalusíes (Sevilla, Málaga, etc.) se enviaron barcos adquiridos por otros países, especialmente del Próximo Oriente.
En cuanto al comercio con los reinos cristianos peninsulares, éste siempre, o casi siempre, fue fluido, incluso en períodos de conflicto. El comercio interior se solía hacer por vía terrestre, aprovechando generalmente las vías romanas. Preferentemente se enviaban artículos de lujo, telas, manufacturas, sobre todo de madera, caballos, etc.
CONCLUSIONES
No cabe duda de que el comercio jugó un importante papel en el desarrollo y expansión del Islam. El predominio de la ciudad sobre el campo propició que el comercio se convirtiera en la principal actividad económica de los musulmanes.
Durante buena parte de la Edad Media el comercio musulmán ejercio el dominio, tanto en el mundo mediterráneo, como en las relaciones comerciales con el Lejano Oriente.
Notas
(1) Una gran aportación para el conocimiento de las actividades de los mercaderes y del comercio islámico en general, son los documentos de la Geniza judia de El Cairo. Estos documentos son una serie de cartasescritas por el mercader judío Nahray ben Nissim (1205-1296/97)
(2) De este término proviene la palabra cheque.
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Muchas gracias!! Me ha servido de mucha ayuda
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